Aunque últimamente se viene hablando mucho sobre los certificados de carbono, muy pocos conocen ¿Qué es un certificado de carbono?, o ¿Para qué sirve?
Los certificados de carbono, o también conocidos como bonos de carbono, son un mecanismo que representa las reducciones o remociones de gases de efecto invernadero (GEI) que genera un proyecto o actividad concreta.
Son diversos los tipos de proyecto que pueden llegar a generar este tipo de remociones o reducciones. Algunos ejemplos son los campos de energía solar que evitan emitir CO₂ a la atmósfera con su energía limpia, las Soluciones Basadas en la Naturaleza como la reforestación de árboles que capturan CO₂ de la atmósfera, y hasta las tecnologías de captura directa de GEI que utilizan algunas empresas en sus procesos industriales para ser menos contaminantes.
El objetivo de los bonos de carbono es servir como un método de compensación de las emisiones de CO₂ que generan las personas o empresas, lo que les permite responsabilizarse por su huella de carbono y reducir su impacto en el cambio climático.
Durante los últimos años, el mercado de bonos de carbono ha tomado fuerza a nivel mundial y Colombia no ha sido la excepción. Desde la creación del Impuesto Nacional al Carbono en 2016, el cual se estableció con la ley 1819 de 2016, el país ha experimentado un rápido crecimiento en su mercado de carbono interno. Este impuesto, al gravar la quema de combustibles fósiles líquidos y del gas natural[1], pero más allá de utilizarse como un recaudo, este impuesto tuvo desde su concepción la iniciativa de generar financiamiento para proyectos de captura o remoción de GEI.
Por esta razón, en 2017, con el Decreto 926 de 2017, nació el modelo de No causación del Impuesto Nacional al Carbono, con el cual ahora se les permite a las empresas compensar sus emisiones gravadas para este impuesto con bonos de carbono, generando así recursos que incentivan a las personas a crear y mantener proyectos de carbono.
De acuerdo a datos suministrados por Grupo Bancolombia, el bono al carbono “Tiene una tarifa que inició en el año 2017 con $15.000, hoy está en $18.826 y la nueva reforma tributaria está planteando iniciar el 2023 con $20.500 por tCO₂eq”. Esto deja ver cómo ha ido valorizándose este mecanismo a nivel nacional, aumentando consecuentemente el interés de más proyectos en este mercado.
Los bonos de carbono son un mecanismo para reducir las emisiones contaminantes. Según el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, “El objetivo de los bonos de carbono es cuantificar las reducciones de emisiones o remociones de GEI mediante las acciones implementadas que aportan a la mitigación del cambio climático”.
Como se mencionaba, existe una gran cantidad de iniciativas para generar bonos de carbono. Una de las cuales son los proyectos REDD+, cuyas siglas significan: Reducción de Emisiones por la Deforestación y Degradación. Estos proyectos funcionan básicamente evitando la deforestación y degradación de los bosques. Al conservar los ecosistemas de bosque sin talar árboles ni dañar su composición, se evita la emisión de GEI y, por lo tanto, al cuantificar esta reducción de emisiones, se pueden generar bonos de carbono.
En CO2CERO desarrollamos varios de estos proyectos REDD+. Actualmente, tenemos 4 proyectos de este tipo a nivel mundial, en los que trabajamos con comunidades indígenas, comunidades raizales y otras comunidades propietarias de bosques que dedican parte de sus esfuerzos a cuidar estos ecosistemas tan importantes.
Producto de estos y otros proyectos que desarrollamos en CO2CERO, en 2022 desarrollamos más de 4.5 millones de bonos de carbono, convirtiéndonos en uno de los desarrolladores y líderes en el mercado de carbono colombiano. Con esto logramos remover esta cantidad de toneladas de GEI de la atmósfera y también aportamos al desarrollo social y económico de las comunidades, con las que trabajamos para que mantengan y mejoren sus proyectos desde una perspectiva de participación integral y conjunta.
Todos estos certificados pasan varias etapas de validación y verificación, con auditorías internas y externas a nivel mundial por organismos como la ONAC, para así asegurar, su integridad, trazabilidad y calidad para cumplir con los estándares del mercado y reflejar el impacto positivo que tiene este mecanismo en el camino a la mitigación del cambio climático, y el aporte que tienen estos proyectos en la sociedad.
[1] El Impuesto Nacional al Carbono en Colombia inicialmente gravaba a: gasolina, gasolina extra, GLP, Jet Fuel, Diesel marino, Fuel Oil. Adicionalmente, también grava al gas natural consumido en ciertos procesos productivos. Para 2023, con la reforma tributaria de 2022, se empezó a gravar el carbón quemado dentro de Colombia.
